jueves, 26 de febrero de 2015

El lujo es vulgaridad

Los seres humanos vivimos pensando en todo eso que nos hace falta. Todo lo que desearíamos tener y no tenemos. Supongo que es la sociedad la que influye un poco en eso. La gente que tiene más cosas, parece mucho más feliz. Parece. Vivimos en un mundo imperfecto, donde el dinero y el poder son la base de la felicidad de la mayoría. Yo propongo que hoy pensemos en algo distinto. En primer lugar pensemos en las pequeñas acciones que logran sacarnos una sonrisa:
1) El abrazo de los viejos. 
2) El festejo de mis mascotas al llegar a casa. No importa si llego de mal humor, si me olvidé de darles de comer, si no los saqué a pasear. Siempre es un festejo que carga de energía.
3) Las reuniones en familia.  No hablo de esos cumpleaños donde hay cuarenta personas y frecuentas con diez. Digo, los momentos más íntimos. Donde te encontras plenamente en confianza. No hay lugar como casa.
4) Ayudar a alguien. Con este punto me pasa algo muy particular. Cada vez que hago algo por el otro, la recompensa termina siendo para mi. El sentimiento que me queda de que pude dejar mis cosas de lado para darle una mano a alguien en lo que necesite. 
5) La calidez de la gente. Esos vecinos del barrio, que todos los días, a la misma hora pasas caminando y te saludan con una sonrisa.
6) Los abuelos. Sus comidas, sus anécdotas. Sus grandes experiencias que nos deleitan. 
7) Amigos. En las buenas, pero sobretodo en las malas. 
¿Cuánto dinero se necesita para esto? ¿Cuánto poder? Ninguno. No es una novedad que la belleza de las cosas está en su simplicidad pero hay tanta gente en el camino equivocado.
Y cuando creemos que tenemos todo mal, que las cosas no salen como queremos, que no nos pudimos comprar ese capricho que tenemos hace tiempo, que no podemos tener una casa con todos los lujos yo pregunto: ¿No valen más esas pequeñas acciones? 
Todos nos quejamos, pero muchas veces nos olvidamos de las buenas cosas que nos llenan el alma. Cuanto más simples son.. mejor.
Sería hipócrita decir que no me quejo, o que no reniego con cosas que tienen que ver con una felicidad vacua. Después reflexiono y, no valen tanto la pena.


"Nunca llegué a concebir que en la simpleza hubiera tanta belleza. Viajamos hacia lo simple por el camino de lo complejo. ¡Qué contradicción de términos para ti, y para mi, no siendo más que simples mortales!." - Sasha Bartel 

https://www.youtube.com/watch?v=4z2DtNW79sQ

lunes, 23 de febrero de 2015

El principio es la mitad de todo

Si pudiéramos plasmar las cientas, de miles, de millones de ideas que pasan por nuestras mentes ¿seríamos todos genios o todo lo contrario? El primer paso de un lector aficionado es aceptar que no importa cuanto logre leer por día, nunca sabrá demasiado. Quizá porque saber todo es imposible. ¿Qué es entonces lo que nos ata? La certeza de que siempre podemos conocer un poco más. 
Intrépidos entendedores.. ¡bienvenidos a la parte visible de mis pensamientos! Aunque debo decirles que no tengo título en nada. Simplemente soy una habladora a tiempo completo.
Esta bitácora invita al debate de política, filosofía, cine, literatura, música y cualquier cosa que se quiera decir o callar. 

Habrán visto que debajo se encuentran las respuestas a el quién, el cuándo y el cómo de esta creación.
Faltaría una pregunta. ¿Por qué?
Y la respuesta es, porque puedo. 

https://www.youtube.com/watch?v=VQH8ZTgna3Q