- ¿Todavía te acordas de mi? Soy el interrogante vestido de duda, dispuesto a desvertirse para mostrarte todas tus inseguridades.
- Pero.. ¡cómo voy a olvidarme de vos! En la piel del cordero vislumbro las entrañas de aquel lobo hambriento..
- Me fascina la idea de saber que te sigo helando la sangre, tu miedo.. lo huelo desde aquí. En este invierno quedan pocas como vos.
- ¿Y qué tengo de especial?
- Esos intentos de revolución que nunca llegan a nada. El acto de morir en una idea para resucitar en otra.
- ¡Vos queres volverme loca!
- ¿Y qué tendría de malo? La sanidad mental te aburre. Ambos lo sabemos. Te inventaste tu propio paraíso con piezas de infierno para recordarte lo hermoso que es el dolor.
Encuentro inconsciente
Las melodías entrelazadas crean una atmósfera perfecta para este momento. Mi fiel compañera, mente de impulso y creación, estamos en soledad. ¡Qué bello encuentro para ambas! Las palabras se desprenden en un ritual único que une mis partes inconexas. En tu arte nostálgico y melodramático encuentro mi calma. El oficio más reconfortante de esta vida. Así alcanzo una quietud que me eleva y al mismo tiempo me hace reposar.
Atravieso los paisajes sintiendo el peso del cuerpo. Me vuelco en todo tu aprendizaje mundo, y tomo todo lo que me des. La música, fiel vehículo de compañía y transición, me permite traspasar esta realidad superficial para introducirme en una paradoja temporal donde me mantengo suspendida.
Así se suceden los días y las noches. Centenares de personas pasan desapercibidas. Algunas se borran, otras aparecen de repente. Lo único que se desvanece frente a mi y no puedo detener es el tiempo.
Las calles permanecen intactas, las sirenas junto con las campanas siguen sonando a las horas determinadas. La realidad, discurso de los crédulos, me parece un invento. Seguimos caminando intentando encontrar el signo, la marca que permita encontrarnos y desecontrarnos.
Por fin me encuentro con los sentimientos más crudos. Qué quedaría de esta pobre suma de oraciones si te los revelara, lector poseído por un espíritu inquebrantable.
Y cómo puede ser que no me encuentre contigo, ávido escritor. Estoy esperando que te arraigues de mis entrañas y logres desenmascarar al monstruo literario que vive dentro de mí para descubrir el destino de nuestros versos. Te espero pacientemente, mientras me entretengo con algunas copias de tu virilidad poética. No han logrado todavía copiar tu esencia. Simplemente no se puede copiar lo que no se posee.
Esto es lo bonito de este oficio. Mi cuerpo quieto no puede detener a mi mente, está corriendo en incontables pensamientos. No se queda en ninguno. De a poco, alcanza vuelo.. La velocidad de mis ideas es incomparable con mi posibilidad de plasmarlas.
¡Y qué regalo más hermoso me ha da dado esta vida, el de poder disfrutar de cada palabra y, a su vez, disponerlas de tal forma para crear un relato inédito que sólo debe conformarme a mi!
Nunca estuve tan cerca de algo. Y cuando parece vencido, se vuelve inalcanzable. Por eso es tan hermoso.. el oficio de escribir.
https://www.youtube.com/watch?v=EqWLpTKBFcU&index=23&list=RD1Oc1BtjvvRA
"¿Y qué tendría de malo? La sanidad mental te aburre. Ambos lo sabemos. Te inventaste tu propio paraíso con piezas de infierno para recordarte lo hermoso que es el dolor", es genial. No se como llegue a este blog pero muy buenas historias contas
ResponderBorrarMuchas gracias!!
ResponderBorrarContundente... Eso se siente escribir. Gracias por ponerlo en palabras. Me alegró la mañana.
ResponderBorrarGracias a vos!
Borrar